domingo, 14 de julio de 2013

Temores

Mi banalidad más evidente es dejarme llevar por cosas que me parecen importantes simplemente porque me afectan directamente, escucho noticias de amigos y conocidos que pueden llevarse de encuentro el atisbo de dolor que creo yo sufrir y sin embargo paso de largo, respecto a aquellos ejemplos y demostraciones de que mi sufrimiento fingido es una sinrazón, me enmimismo en esta odisea que parecería a cualquier ojo curtido en las lides de esta vida un simple capriño de niño, el sollozo del bebe que no desea dormir solo, el berrinche del infante que reclama un juguete innecesario, y paralizo todos mis proyectos, el potencial con el que cuento se neutraliza porque el que lo gobierna está más interesado en pensar que su vida es una desgracia por el amor de una mujer que no le encuentra la misma gracia a él que él a ella, en vez de pensar como hacerse más interesante él mismo.
Sí, antes estuve dominado por estos sentimientos paralizantes, por este miedo a perder lo poco que tenía ganado a jugar siempre a lo seguro esperando no perder más que ganar, intentando no arriesgar más de la cuenta, pero hemos de saber algo, quien se esfuerza por no perder lo poco ganado siempre terminará perdiendolo pues sus movimientos serán predecibles y repetitivos, quien se asusta frente a la posibilidad de perder nunca podrá aumentar su ventaja, el que se aferra a lo poco que tiene siempre lo perderá según pase el tiempo, si en verdad quieres ganar algo olvidate de que lo puedes perder, el temor acerca de lo que pueda pasar evitará que saques tus mejores cartas, tal vez con las cuales si puedas ganar, si siempre juegas a lo seguro casi siempre evitarás perder pero ten por seguro que siempre evitarás ganar.
Estar con ella siempre me ha hecho tratar de mantenerla junto a mí en la situación que sea más que desarrollar una estrategia a largo plazo para mantenerla junto a mi siempre, siempre he temido por arruinar el momento y nunca me he preocupado por construir una base sobre la cual desarrollar una relación a largo plazo, lastimosamente siempre me preocupe por no perder en vez de por ganar, hoy decido hacer lo contrario, si tengo que perder lo haré pero al menos hice el esfuerzo por ganar en vez de simplemente vegetar mi existencia frente a ella, hoy me preocuparé más por sentirme bien conmigo mismo más que en tratar de que ella se sienta bien, porque tal vez eso es lo que ella espere, que deje de jugar mis cartas seguras, mis predecibles movimientos, y que saque un As bajo la manga, que haga una jugada que no se espere, como aquel beso que hoy se recuerda poco pero que demostró que también yo puedo jugar la partida a mi manera.

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