jueves, 22 de noviembre de 2007

La cascada, otra vez

Ante todo quiero dejar en claro que no comprendo porque los amigos de lo ajeno se me acercan y me quieren volver partícipe de sus teatritos callejeros. Esta es la segunda vez en este año que me pasa lo mismo, aparte de otras situaciones que apoyan mi teoría de que algo debo tener que los atrae, bueno, sin mucho preámbulo paso a detallar el hecho que es motivo de este post.

Estaba a la una y media de la tarde esperando el autobús que me llevaría a mi trabajo, andaba un poco retrasado porque mi horario de entrada es de dos a dos y media, pero tengo un par de jefes muy comprensivos por lo que no estaba apurado :P ya llevaba parado algo de diez minutos en ese paradero escuchando radio a todo volumen con mi celular cuando un sujeto con camisa blanca se detuvo frente a mí y se agacho rápidamente a recoger un objeto blanco que no distinguí bien para luego caminar dos pasos al frente. Este hecho no me hubiese llamado más la atención de no ser porque me hizo recordar vagamente a un suceso similar, decidí dejar de pensar en esto y seguí estirando el cuello para intentar distinguir si el autobús llegaba, aunque el destino se había propuesto hacerme esperar un rato más, a los veinte segundos otro sujeto más delgado que el anterior se me acerca y empieza a gesticular ante mí, yo lo miraba asombrado intrigado por sus movimientos de brazos y de labios, iguales en intensidad, me quito un audífono y le pregunto: ¿Cómo dice?, él vuelve a intentar sus movimientos con cara de desesperado: ¿No ha visto un paquete blanco con dólares dentro por aquí?, miro ligeramente al sujeto de la camisa blanca y luego miro al más delgado quien sin esperar mi respuesta se retira mirando el suelo con clara intención de estar buscando algo, apenas se alejó, el sujeto de la camisa blanca se acercó a mi y me preguntó con toda la inocencia del mundo: ¿Qué es lo que dice que estaba buscando?, no necesite más y le dije: Estaba buscando el paquetito blanco que has recogido y del cual me vas a ofrecer la mitad, anda devuelveselo y así nos ahorramos la caminata.

El tipo se quedo mirándome y como no acertara a reaccionar me aleje de ahí dejándolo parado, de suerte que el autobús habia llegado y me subí a él colocandome nuevamente el audífono y decidido a olvidar todo.

Bueno para comprender el porque de mi respuesta a la última pregunta tengo que contar lo que me pasó hace un año en San Juan de Miraflores, había ido yo a recoger mis anteojos a la avenida San Juan de dicho distrito, como bien sabemos la mayoria de limeños, aquella es una zona caótica completamente saturada de gente que se avalanza a las pistas en busca del escape de aquel lugar, bueno, ya había recogido mis anteojos de la óptica y estaba parado esperando una combi que me llevara a mi humilde y mucho más apacible hogar cuando veo que un tipo delante mío se agacha y recoge rápidamente un paquetito blanco con bordes verdes, como yo soy bastante despistado en los casos que se requiere usar la agudeza mental para sacar provecho de la gente no le di importancia al asunto, inmediatamente se me acercó otro tipo preguntandome si había visto o recogido un paquetito blanco con DÓLARES dentro, como no había hecho ninguna de las dos cosas completamente sincero le dije que no, hasta este punto no lo relacione con el sujeto delante mío hasta que este (que cargaba una bolsa con pañales) se me acercó y me preguntó que me había preguntado el otro tipo que ya había desaparecido del lugar, le respondí que estaba buscando un paquetito blanco con dólares que se le había caido por ahí, el me miró y me dijo con toda inocencia y un poco de pena:

- ¿Sabes?, te voy a ser sincero, yo recogí el paquetito pero pensé que era tuyo, no le digas nada al patita por favor, si quieres te doy la mitad.

Yo, cándidamente solo acerté a aceptar la propuesta y el tipo me dijo:

- Mira, vámonos caminando por allá - y me señalo la parte más desolada del distrito - para que el pata no sospeche, cuando estemos allá te doy la mitad y cada uno se va a su casa.

Acepté nuevamente y lo seguí, en el camino el tipo me fue contando que había ido a comprar pañales para su hijo que acababa de nacer porque en San Juan las cosas están más baratas y mil cosas más, yo solo quería que él se detuviese, me diera la mitad convenida y se vaya para yo también irme de ahí. Luego de caminar un buen rato llegamos a la mitad de una zona abandonada, ahi se detuvo el tipo y sacó el paquetito, efectivamente era un paquetito blanco, algo grueso y con los bordes verdes, se podía distinguir un billete de 50 dólares alrededor, el tipo estiró la mano hacía mi con el paquetito en la mano cuando, ¿oh! por arte de magia el otro tipo apareció en escena y se nos acercó corriendo, a esto mi acompañante guardo rápidamente el dichoso paquetito en el bolsillo de su camisa.

- Choche, ¿tú no has recogido un paquetito blanco allá en la avenida? - le preguntó el tipo que acababa de llegar al de los pañales.
- Nada causa, yo estoy regresando a mi casa aqui con mi primo - le respondió, yo solo asentí, el tipo me miró y no dijo nada.
- Ya pues choche, allá un pata me dijo que tú lo habias recogido, no seas malo, devuélvemelo - volvió a increparle el tipo.
- Causita ya te dije, mi primo y yo estamos regresando a la casa, él acaba de llegar de viaje y hemos venido a recoger sus anteojos, ¿si o no primo? - me preguntó mi nuevo primo mirando la bolsita con los anteojos, he de decir que hasta estos momentos yo no sospechaba nada y le seguia el juego con la esperanza de recibir mi parte de los DÓLARES.
- Si primo.
- Ya pues causa, no te cierres, mira vamos a hacer algo, voy a revisarte los bolsillos para ver si no tienes el paquetito - le propuso el tipo a mi "primo".
- No pues causa como vas a hacer eso.
- Bueno entonces tendré que llamar a la policía y los dos me van a tener que acompañar a la comisaria - ahi la cosa se puso fea, si le encontraban el paquetito a mi "primo" en la comisaria yo estaría embarrado por haberlo tapado, me puse un poco nervioso pero no dije nada.
- Bueno causa, vamos a hacer algo, yo te voy a mostrar toda mi plata para que veas que no tengo nada - le replicó mi "primo".
- Ok, ¿a ver?.

Mi "primo" sacó todo lo que tenía en los bolsillos de su pantalón y los mostró al tipo que se quedó mirando con carade esinteresado, pude contar diez soles, un par de llaves, un boleto y una chapita (¿porqué tenía este tipo una chapita en su bolsillo?).

- Ya ves, no tengo nada causa - le dijo mi "primo" al sujeto que me miró y dijo
- ¿Y tu primo?, que tambien me muestre sus bolsillos - reclamó el flaco que ya me estaba colmando la paciencia.
- Anda primo muéstrale tus bolsillos al causa este para que se vaya - me recomendó mi "primo".

Yo inocentemente saque un nuevo sol de mi bolsillo que era para mi pasaje y lo mostré al sujeto que esperaba frente a mí.

- Primo, saca tu plata para que el causa se vaya - me volvió a pedir mi "primo".
- Esto es todo lo que tengo primo, no recuerdas que cuando fuimos a la óptica pagué los lentes con todo lo que tenía y me quedó solo un sol.
- Ya pues choche, ¿no tienes más? - me preguntó el tipo.
- Primo, ¿no tienes más plata? - me preguntó mi "primo".
- No primo, solo tengo este sol para mi pasaje.

Yo seguía sin entender nada, el tipo amenazó con llevarnos a la comisaria y mi "primo" declinó en su afán de apropiarse del paquetito de los DÓLARES, lo sacó de su bolsillo y se lo devolvió al patita que se fue caminando sin apuro, cuando el tipo estuvo un poco lejos, mi "primo" me dio la mano y me dijo, así es la vida, yo solo asentí y me regresé caminando al paradero a esperar la combi de regreso a casa, donde media hora después me enteraría que casi sufro un robo y que el hecho de contar con sólo un nuevo sol me había sacado sin pérdidas, aunque también era extraño el hecho de que no me hayan intentado asaltar por la fuerza cuando me negué a sacar más dinero, bueno, siempre he tenido buena suerte y agradezco por esto.

Desde aquel momento decidí dos cosas:
1. Si me encontraba en una situación en la que iba a ganar algo por no hacer nada, lo mejor era alejarme.
2. Cuando se presenten este tipo de situaciones donde ocurren cosas extrañas, me pondría en el lugar del otro tipo y pensaría: ¿yo actuaría asi?, ¿le ofrecería la mitad del dinero que me acabo de encontrar a alguien cuyo único mérito es haber cruzado palabra con la persona que lo ha perdido?, ¿pediría que me muestren el dinero que otros traen para asegurarme que no tienen el mío?, cosas así que en el momento parecen lógicas, pero que fuera de contexto no tienen sentido, bueno, tenía que escribirlo, si a alguien le ha pasado algo similar, agradecería me lo comentaran, buena suerte.

No hay comentarios: