lunes, 27 de diciembre de 2010

Nocturnedades

¿Qué es un hoy sin un ayer?. Hoy saldré a asaltar un recuerdo, terminaré de un solo golpe con esta opresión que me encadena a ti cada vez que intento regresar en el tiempo, cada vez que quiero imaginar un futuro, eres tú y ya no lo eres, la fantasía de tu niñez floreciendo en juventud y el desengaño de tu juventud deviniendo en adultez se entremezclan en mi pensamiento sin hallar lugar ni día definidos emergiendo ambos como una sola entidad, la realidad que ya no es un hoy ni un ayer solo un hechizo anclado en una escala temporal asincrónica con el pasar común del tiempo, es esta percepción sin dirección ni sentido del mañana y del ayer la que me enreda contigo en un presente en el cual ninguno de los dos somos lo que en verdad sabemos ser, una foto, una grabación, una sonrisa, una mirada, el sol infinito de un verano efímero que no supo abrigar algo tan puro, la realidad fantasmagórica e incomunicada de un sentimiento que era demasiado para ti y nunca suficiente para mí; todo esto me encierra en aquel refugio acogedor que fue tu regazo y aquella entonada melodía de tu corazón diciendo que me quiere, que me ama, hablando de cosas que aún no conoce.
Hoy es un hoy sin ayer ni futuro un hoy que se quedó estanco en aquel bar donde volvimos a ser los de antes, donde nuevamente y a pesar de todo el tiempo y de los sentimientos posteriores, nos demostramos que las cosas tienen un principio definido pero nunca conocerán su final, aquellos brindis por el recordar de un pasado completamente presente en la cerveza que nos colmaba de nuestro recuerdo, porque más que tu ex-enamorado fui tu amigo y más que tu amigo fui tu confidente alguna vez ya olvidada pero a pesar de todo siempre te quise y no sé porque siempre me esforcé en ser buen escritor si nunca fuiste aficionada a la lectura.

Detalles

Siempre tendré presente tu sencillez e inocencia, cada día teníamos algo nuevo por lo cual sorprendernos, parecíamos dos recién nacidos que aprenden sobre el mundo, siempre llevo en la mente nuestra sorpresa por aquella rosa tan grande que conseguiste (hasta le tomamos fotos), por aquel bichito al que sorprendiste caminando sobre tu foto pegada a la pared, la adoración que le tenías a aquella rosa rosada que te regale por tu cumpleaños, tu cariño por esos pocos peluches que amabas y con los que me hacías reír a más no poder, recuerdo nuestros juegos, nuestras sonrisas, mi asombro por descubrir mi propio mundo, me hiciste salir de mi burbuja de unos y ceros rogándome que fuéramos a caminar por un atardecer interminable que sin embargo no fue suficiente para mí. No me pedías salidas caras ni comidas lujosas, todo lo que querías era mi brazo en tu espalda y varias horas para deambular por donde el destino nos quisiera llevar, siempre ame eso de ti, tu sencillez y tus ganas de vivir cada experiencia como si fuese la primera, tu manera de compenetrarte con todo lo que te ocurría y creo que la cosa con la que más te compenetraste y sorprendiste, tu rosa más grande, tu bicho más raro, tu peluche más gracioso fui yo.

Te amo con toda mi alma princesa.