sábado, 25 de agosto de 2012

Aún hoy

Te amé, con errores, tontamente pero así fue este sentimiento descarnado que aún sigue incrustado en mi corazón, me hago daño al avivar las brasas que quedaron a la espera tanto tiempo pero siento que no puedo hacer más, el aguijón que clavaste en mí aún sigue destilando su contenido en dosis ya no tan medidas y arrancármelo dejaría una herida mortal.
Te amé como un niño, traté de ser todo lo que imaginé que deseabas y terminé convertido en un dictador emocional que quiso doblegar la realidad a mi equivocada idea de tu felicidad, te encerré en aquella circunferencia de la cual yo era el círculo que la delimitaba y ni me detuve a pensar en si querías estar dentro.
Te amé con locura, con desquiciada terquedad e inusitada tenacidad y aún ahora que ha pasado tanto tiempo los anclajes de este sentimiento siguen perennes en mi mente, de cuando en cuando vuelvo a sostener de ellos mi esperanza de volver a estar junto a ti aún a costa de saberla infundada e irreal.
Te amé extrañamente porque este amor cobró existencia aparte, creció y maduró, se adaptó a las circunstancias como un virus a su entorno y redefinio su origen, su motivo de ser y su objetivo.
Te amé y aún ahora no sé si te amo o solo es el eco de un sentimiento tan fuerte que sigue resonando en lo profundo de mis sentimientos, si esto ya forma parte intrínseca de mi y tendré que vivir así por siempre, extrañándote.

No hay comentarios: